POLICIALES
10 de junio de 2023
La aasesinaron el día que cumplía 19 años de una 47 puñaladas
El 11 de junio de 2011 Carla Milens cumplió 19 años. Fue a trabajar esa noche como lo hizo habitualmente durante cuatro meses al Bingo Oasis de Pilar y en la madrugada del 12 de junio la encontraron asesinada. La violaron, la apuñalaron 47 veces, la golpearon en la cabeza con piedras y quemaron su cuerpo para tratar de borrar la evidencia. Después de más de una década del aberrante crimen, nadie está preso y ni siquiera hay acusados.
Para la Justicia, aquella fatídica noche la joven terminó su horario laboral, salió del Bingo y se tomó una combi para volver a su casa a las 6.33 de la mañana. Se basan en el video registrado por una cámara de seguridad, pero la familia asegura que es de otro día. Para ellos, a Carla la mataron en su lugar de trabajo.
“Todo Pilar sabe la verdad de lo que pasó, la única que no escucha es la Justicia”, afirmó Claudio Milens, el papá de Carla, en diálogo con TN. Durante los 12 años que pasaron se cansó de golpear puertas, pero el silencio las cerró todas. “La única Justicia es la Divina”, sostuvo, y casi al borde de la resignación agregó: “Si los victimarios estuvieran presos para mí sería lo mismo, que sigan respirando no es justicia”.Mientras la policía organizaba rastrillajes para dar con Carla Milens, su hermano mayor también salió a buscarla y fue él quien encontró su cuerpo en una casa abandonada a pocas cuadras de su domicilio, en Pilar.
El lugar, que habría sido la escena secundaria del crimen, puso en la mira a tres jóvenes que solían reunirse allí. Sin embargo, el avance de la causa demostró que eran adictos a las drogas, no asesinos. Fueron los únicos detenidos que tuvo el caso y todos terminaron sobreseídos por falta de mérito.
En tanto, si había quedado alguna evidencia en el sitio en el que encontraron a la víctima, desapareció irremediablemente a las 48 horas, cuando las topadoras municipales demolieron la casa abandonada y arrasaron con cualquier posibilidad de identificar a el o los asesinos de la adolescente.
“Se falsificaron documentos, destruyeron pruebas....”, apuntó Milens, y enfatizó: “Son más victimarios aquellos que ocultaron la situación que el propio asesino”. Había sido el entonces secretario de Obras Públicas, José Kastelic, quien ordenó la demolición debido a una supuesta carta de vecinos que se quejaba por la gente que se juntaba a la noche en ese lugar y ponía en riesgo la seguridad del barrio.
Pero la maniobra del funcionario fue expuesta más tarde justamente por uno de los vecinos cuya firma figuraba en el documento. Esta persona declaró que les hicieron firmar esos papeles unos 20 días después de haber pasado las topadoras por la escena del crimen.
Una condena
En 2018, el ex Secretario de Obras Públicas de la gestión del intendente Humberto Zúccaro fue imputado y condenado a dos años de prisión por falsificación de documentación pública, pero nunca enfrentó cargos por encubrimiento. Tampoco pasó ni un solo día en la cárcel.
“Jamás fue destituido y actualmente sigue trabajando”, cuestionó el padre de Carla en relación a Kastelic. Por su parte, el entonces concejal por el Encuentro Pilarense Gabriel Lagomarsino puso la lupa sobre el hijo del intendente Zúccaro, a quien señaló como uno de los autores del crimen de la chica. Zúccaro salió con dureza a responderle y lo acusó de “difamar”.
Todo quedó en la nada.
La ropa, la clave
Los padres de Carla Milens están convencidos de que la joven no salió con vida del Bingo de Pilar y que el video que consta en la causa no pertenece a esa noche. La seguridad que muestran sobre esto radica en un detalle: esa noche su hija estrenaba ropa por su cumpleaños, y no es la misma que llevaba puesta en la grabación que les mostraron.
Otro detalle que alimentó la teoría de la familia fue una marca en forma de medialuna que presentaba Carla en su muslo derecho. “En la causa figura que fue hecho con un cuchillo tipo tramontina, pero para nosotros fue la punta de un vaso de trago largo roto”, indicó el padre a este medio.
En ese sentido, explicó que su hija trabajaba en un sector vip del Bingo, donde jugaba la gente más acaudalada, razón por la cual entiende que “la avasallaron en ese lugar, después la sacaron por un sector en el que no había cámaras y terminaron de hacer algo aberrante”.
La autopsia
El informe de los forenses estableció que Carla murió por un “paro cardiorrespiratorio traumático a consecuencia de múltiples traumatismos de cráneo” y que tenía signos de defensa. Al parecer, la golpearon con un pedazo de mampostería que estaba en el lugar donde se encontró el cuerpo.
Para su papá, la adolescente no fue víctima de un ataque premeditado, pero sí la mataron para esconder otro delito. Es decir, Carla fue víctima de un homicidio criminis causae. “Yo estaba sepultando a mi hija, cuando ellos estaban destruyendo todas las pruebas”, lamentó Claudio Milens.
Como él mismo lo describe, la verdadera víctima de todo lo ocurrido fue su hija. A él le destruyeron el corazón, y también la vida, como la conocía hasta ese momento, ya que perdió su casa, su trabajo y se dedicó a partir de entonces a buscar justicia para Carla.
“Carla vive”
Marta y Claudio Milens fueron padres de siete hijos. Carla fue la segunda de una familia numerosa y para ellos, no podía ser de otra manera, “era amorosa, excepcional”. “Estudió, estaba rindiendo la última materia para Magisterio y había empezado a trabajar para ayudar a su familia y tener su pequeña independencia”, manifestó el papá.
Aunque pasaron 12 años desde que le arrebataron la vida, en su casa todas sus cosas la siguen esperando como si nunca se hubiera ido. “Toda su ropa, sus notas, las cosas del colegio”, enumeró Claudio sobre ese tesoro bien guardado. Y subrayó: “Se llevaron su cuerpo, el envase. Pero mi hija está conmigo todos los días, solo que de otra manera”.
En una nota con TN poco después del crimen y con la voz quebrada, el hombre expresó: “Me gustaría que no se olviden de Carla, para que renaciera en eso. Que no se olviden como yo no puedo olvidarme de la cara de ella como la vi”. El tiempo le secó las lágrimas, pero el dolor sigue ahí. Sobre el cierre de esta nota, afirmó: “Carla vive. Carla va a morir cuando yo cierre los ojos, cuando yo me vaya con ella”.