Se trata de una patología que reduce el ingreso de oxígeno a los pulmones y tiene la particularidad que empeora con el correr del tiempo. Tiene tratamiento y permite que las personas que lo padecen puedan tener un control de sus síntomas, llevar una mejor calidad de vida y reducir el riesgo de contraer otras enfermedades asociadas.

La lucha contrarreloj de la nena de Ezeiza

Silvana indicó en diálogo con el El Diario Sur la actual situación de Zahira: «(Los médicos) me dijeron que los pulmones quedaron muy dañados con la neumonía y entonces había dos posibilidades: seguir con oxígeno o la opción de un trasplante para que tenga mejor calidad de vida. Optamos por elegir el trasplante porque nos comentaron que sus pulmones ya no funcionan en un 80%.

Días atrás sufrió una recaída de su neumonía bilateral y volvieron a llevarla al Hospital Garrahan, donde quedó nuevamente internada en terapia intensiva. Según revelaron los profesionales que la atienden, el hecho de haber estado conectada a un respirador generó predisposición a una nueva infección, y recomendaron que sean trasplantados sus dos pulmones lo antes posible.

Con todo, hay un sistema burocrático que se debe afrontar para conseguir donante y avanzar hacia esa intervención quirúrgica. Aunque se difundió su caso en las redes sociales y la nena de Ezeiza ya está en los primeros lugares de una lista de emergencia del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI), lo cierto es que su familia vive días de mucha angustia.

De a ratos está consciente porque están queriendo sacarle la sedación para que despierte y empiece a respirar por sus propios medios para desentubarla. Cuando ella está consciente se quiere sacar todo», describió Silvana sobre la situación actual de Zahira.

«Siento miedo. Esto es minuto a minuto y tengo impotencia por no poder hacer nada para ayudarla y evitar verla sufrir tanto. Es súper doloroso, manifestó la madre, al tiempo que intenta estar fuerte para poder acompañar a su hija en este durísimo proceso.