Macri quedó en el centro la escena postelectoral, cuando Javier Milei dijo públicamente que fue de los pocos dirigentes opositores que lo llamaron para felicitarlo tras su triunfo en las PASO, y anticipó que el expresidente “tendrá un rol destacado como representante de la Argentina en el mundo” si él llega a la Presidencia. El exmandatario rechazó el planteo, pero a través de voceros.

“Mauricio no va a hablar de MIlei y él ya dijo que apoya a Patricia. Cuando llegue el momento en el que la gente esté escuchando, porque la elección está lejos, él claramente va a decir que Patricia es la que puede llevar las ideas del cambio profundo que Milei no podría por falta de equipos, fuerza política y experiencia. Ahora entrarías en un cruce inocuo”, afirmó un dirigente de confianza tanto de Macri como de Bullrich.

En el campamento bullrichista conviven distintas opiniones sobre cuál debería ser el rol de Macri en la campaña para octubre, en la que JxC deberá recuperar muchos votos, en algunos distritos clave, y sumar otros de quienes no fueron a votar si quiere llegar al balotaje. Hasta ahora, la exministra prefirió limitar la injerencia del expresidente para evitar cualquier lectura que ponga su liderazgo bajo discusión.

Luego una interna sangrienta y a juzgar por los resultados de las PASO, que dejaron a Milei muy bien parado para llegar al balotaje y a Bullrich ante el desafío de retener el voto más moderado de JxC, la exministra interpretó, la misma noche de la elección, que la unidad de la coalición será clave para octubre.

La candidata presidencial apostaría a diferenciarse del libertario -a quien acusa de tener un pacto con Sergio Massa- no sólo en la profundidad o en la clase de “cambio” que cada uno podría impulsar desde la presidencia, sino en la capacidad legislativa, estructura y equipos que tendría cada uno para hacerlo.

En este rumbo también se inscribe la decisión de anunciar a Carlos Melconian como futuro ministro de Economía de un potencial nuevo gobierno de JxC. Bullrich viajará mañana a Córdoba, donde la Fundación Mediterránea que preside el economista tiene su sede, y compartirá con él una actividad a las 10.30 en la que confirmará que él estará al frente de su equipo económico.

La exministra ve en Melconian no solo un buen economista, sino un buen vocero, hábil en el manejo de los medios y la exposición pública, para confrontar con Milei y su equipo, y con alguna de sus propuestas a priori más inconsistentes.

“Más allá de su equipo, el prestigio de la fundación y su relación con el empresariado, para la opinión pública probablemente sea el o uno de los economistas más conocidos del país”, se entusiasman en el campamento bullrichista.