EDUCACIÓN
9 de octubre de 2023
Los establecimientos solitaron asistencia urgente al Ministerio de Educación provincial pero no recibieron respuesta peligro de cierre en un colegio Nueva Escuela Spegazzini se trata de un colegio privado
Los establecimientos solicitaron asistencia urgente al Ministerio de Educación provincial, pero no recibieron respuesta. La dramática situación provocó que varias entidades avisen a su comunidad sobre la posibilidad de un inminente cierre.
ESPERANDO RESPUESTAS
Los representantes de Aiepba enviaron a la Dirección General de Escuelas de la provincia de Buenos Aires un informe y pidieron "soluciones y trabar en conjunto", ya que "hay una diversidad de realidades que ameritan medidas distintas. Las escuelas de gestión privada están atravesando una situación delicada y existe riesgo de cierre parcial o total".
"La educación de gestión privada es un sector fundamental para el sostenimiento de la educación en la comunidad, que actualmente requiere un salvoconducto", sostuvieron desde el organismo.
“Nosotros elevamos una nota al ministro de Educación de la provincia de Buenos Aires, donde dijimos que estamos a disposición para ayudar, inclusive dar ideas de qué es lo que se podría hacer. Estas escuelas necesitan oxígeno. Así como se le está dando asistencia a tantos sectores productivos que realmente lo necesitan, hoy lamentablemente es la educación privada que está en una situación critica, aunque no en todo el universo porque es muy heterogéneo. Pero estas 200 escuelas necesitan ayuda, su situación es urgente”, ratificó el titular de AIEPBA.
Luego agregó que: “en toda la provincia hay un millón y medio de alumnos en las escuelas privadas y en muchos lugares no se puede absorber la matrícula en la gestión estatal. Ya vimos lo que sucedió con el cierre que hubo en la pandemia de un montón de jardines maternales de gestión privada que luego nunca más abrieron y el Estado tampoco tiene espacios para que vayan esos chicos. Eso, generalmente, termina perjudicando a la familia que trabaja y que no sabe dónde dejar a su hijo porque no tiene oferta educativa”.
UNO DE LOS CASOS
En tanto, se dio a conocer hace pocos días la noticia de un establecimiento de Avellaneda con más de 700 alumnos que anunció que dejará de funcionar a partir del próximo ciclo lectivo.
Se trata del Instituto Modelo del Sur (IMSA), que ya comunicó a las familias educativas la “difícil” decisión de no abrir sus puertas en 2024, porque no pueden asumir costos de funcionamiento y vienen acumulando importantes deudas. Una triste noticia mientras se sigue esperando una respuesta a la crisis financiera en la educación privada.
EZEIZA
“Tengo 40 años de docencia, de los cuales 20 años fui directora en dos instituciones en el Estado. Después de jubilarme y llegar a esta escuela que me pareció muy especial. Acá se ocupan de lo que realmente importa, que es la parte pedagógica y se pueden ir visualizando los niños que tienen alguna dificultad. Tenemos muchos proyectos y se puede estar atento a ellos porque es una escuela muy inclusiva”, afirmó a La Prensa María del Rosario De Sarro directora del nivel primario de Nueva Escuela Spegazzini, en Ezeiza.
Desde que asumió el mando en la institución, De Sarro brindó prioridad a la contención dado “lo que significa para las familias que los niños no pierden un solo día de clases. Eso también es muy importante, porque la continuidad pedagógica en esta escuela nunca se descuidó”.
Durante la pandemia el colegio hizo un gran esfuerzo en preservar a los alumnos y a los docentes cuando “dábamos prácticamente las cuatro horas de clase a través de la plataforma Meet. En ese momento, si bien se incluyeron algunas nuevas familias a la institución, empezó el problema del pago. Este año, con los últimos aumentos y, pese a que no todos fueron transferidos a las familias, hemos tenido una merma en la matrícula debido a que se han ido algunos alumnos al Estado. Además, aún con el esfuerzo que hacemos para no incrementar la cuota, tenemos más de un 35% que no paga. Esto hizo que la escuela, intentando siempre cumplir ante IPS y la AFIP que iban mandando todo el tiempo intimidaciones y con quienes se hicieron planes de pago, solo pueda hoy pagar los sueldos. No alcanza para más”, se lamentó la docente. Su vocación pedagógica la impulsó a mantenerse estoicamente frente a la institución para seguir asistiendo a la comunidad de familias, en su mayoría con trabajo informal y muy golpeada por la crisis, y a las docenas de chicos cuyo futuro escolar depende de que siga abierto el establecimiento.
Cabe destacar que dos años atrás tuvieron que cerrar el turno tarde y pese a que la mayoría se pudo reubicar en el periodo matutino fue complejo para la dinámica laboral familiar. Además, la cantidad de vacantes en los establecimientos cercanos no abarcaría la totalidad del alumnado si llegara a cerrar la escuela.
APORTE ESTATAL
En tanto, este último viernes se tenía planeado realizar un abrazo simbólico a la institución. Sería un momento de apoyo comunitario en el marco del desarrollo de la tercera maratón de lectura. La jornada parecía agridulce, pero un comunicado de último momento trajo un poco de oxigeno cuando De Sarro fue notificada desde el municipio de Ezeiza que el intendente Gastón Granados “personalmente” se estaría contactando con el ministro de Educación de la Provincia de Buenos Aires, Alberto Sileoni, para impulsar la solicitud de un aporte estatal.
Un dato llama la atención, en 2021 la escuela obtuvo un criterio favorable, luego de realizarse una inspección por parte de la Dirección General de Cultura y Educación, para ser elegida como destinataria de un aporte estatal. Al día de hoy, ningún funcionario del área educativa se acercó con alguna noticia respecto a esto, a pesar de la dramática situación en que están aunque, en tiempos electorales, una solución pueda surgir en las próximas horas.
“Nosotros abrimos la escuela y mi nena empezó primer grado en el 2017. Cuando la vine a anotar no había nada y pensábamos que la escuela no llegaba, pero con mucho esfuerzo se logró. Es triste que se pueda llegar a cerrar con todo el sacrificio que ellos hacen día a día más allá de que es una institución que nos abre las puertas cada vez que se necesita algo. Sea en casos particulares o generales, siempre están receptivos a escuchar a las familias”, resaltó a La Prensa Paola Rigui, mamá de una alumna de la escuela.
Junto a ella se encuentra Jessica Caputo, también mamá de una adolescente que va al secundario, que señaló a La Prensa que:“pensar que ellos se tengan que separar de todos sus amigos y dividirlos en distintos colegios, no va a ser lindo. Además, nosotros comparamos con otras escuelas y lo que es el nivel, no nos podemos quejar. Sería muy feo bajarlo por paros en las clases”.