Abrazo Solidario: la agrupación de vecinos que asiste a personas en situación de calle de Ezeiza y alrededores
El invierno ha llegado y con él las problemáticas que generan las faltas de recursos. Una de las más visibles es la de aquellas personas que, por diferentes circunstancias de la vida, su hogar es la calle. Plazas, estaciones, cajeros automáticos o cualquier lugar con un reparo se torna indispensable para aguantar la noche en la que muchas veces deben irse a dormir con la panza vacía.
Con el poder altruista que caracteriza a la idiosincrasia argentina, la organización Abrazo Solidario de Carlos Spegazzini sale a repartir mucho más que un plato de comida caliente que, si bien no es poco, también incluye una noble tarea por parte de sus integrantes, quienes prestan el hombro, dan una palabra de aliento y orientan a cada una de las personas que asisten para que puedan aspirar a tener un futuro mejor, fuera de la calle.
Spegazzini y fundador de Abrazo Solidario, nos contó sobre esta causa tan noble que llevan adelante desde 2020.
- ¿Cómo surgió la movida de Abrazo Solidario?
Un día en pandemia estaba sentado en mi casa y no podía parar de pensar quién estaba ayudando a las personas que viven en la calle, no solo acá en Ezeiza sino también en Lomas, Temperley, Monte Grande, que son lugares donde suele verse mucha gente durmiendo en las estaciones. Hacía dos años atrás, en Capital Federal, era voluntario de una fundación que hace exactamente lo mismo que nosotros acá, se llaman “Amigos en la Calle”. Entonces dije si allá se hace ¿por qué acá no? Así fue que empecé a comprar bandejas, cubiertos, vasos descartables y a la semana publiqué en distintos grupos de Facebook convocando a voluntarios y voluntarias. Por suerte me escribieron varias personas que aún trabajan conmigo. Hicimos una reunión previa para organizar y el primer recorrido fue para mi cumpleaños, el 28 de julio. El festejo fue un poco distinto al de años anteriores, pero fue un cumple hermoso y fue el mejor regalo iniciar un nuevo año ayudando a los demás.
- ¿Cuántas personas integran la agrupación?
Entre voluntarios que salimos a recorrer, cocineros y donantes somos 20 personas en total. No todos podemos los siete días de la semana, yo generalmente voy a todos los recorridos. Además de cocinar, limpiar y armar las viandas, tenemos un equipo rotativo bien organizado para que todas las noches pautadas podamos salir en tiempo y forma.
- ¿Cómo se distribuyen las tareas?
Las tareas son rotativas generalmente. Los que cocinamos somos pocos; prácticamente yo soy el que más se pone el delantal, pero ahora se sumaron nuevas voluntarias que preparan viandas por su cuenta y que se incorporaron tras ver en las redes el trabajo que hacemos. Nosotros les damos las bandejas, ellas ponen la comida y cuando están listas pasamos a buscarlas, pero la mayoría de las veces cocino yo con otras tres voluntarias, armamos todo y comenzamos el recorrido. En cuanto al retiro de las donaciones, tenemos un grupo de WhatsApp en donde el voluntario o voluntaria que esté más cerca del lugar pasa a retirarlo. Después durante los recorridos rotamos según la disponibilidad de cada uno de nosotros.
- ¿Qué zonas abarcan?
Hasta el año pasado era Ezeiza, Temperley, Monte Grande y Lomas de Zamora. Ahora como se complicó bastante el tema económico tuvimos que achicar el recorrido a Ezeiza y Monte Grande porque la verdad que no podemos con todo, ya que hacemos todo a pulmón y cada donación sale de nuestro bolsillo. Lamentablemente solo podemos hacer las zonas céntricas; si bien sabemos que en los barrios alejados también hay personas que viven en la calle, no contamos con vehículo para trasladarnos y expandirnos. Nos manejamos con trenes y colectivos o con el auto de algún voluntario que esté disponible, pero generalmente usamos transporte público.
- ¿Qué objetivos o sueños tienen para el futuro?
Principalmente a lo que aspiramos es que no haya personas en situación de calle nunca más, pero bueno por ahora esta ayuda es un gran paso para darles una posibilidad a las personas más vulnerables que por distintas razones no tienen un techo. Lo ideal es que puedan reinsertarse a la sociedad, porque una persona que no puede bañarse, no se afeita y no se corta el pelo, que son cuestiones básicas que requieren de un espacio físico, es discriminada. Para salir de esa situación necesita un trabajo que no consigue por estar en esas condiciones, por lo tanto, desde Abrazo Solidario trabajamos todos los días para que esa discriminación merme, y por supuesto que algún día, esa persona que hoy necesitó un plato de comida y un abrigo ya no lo necesite y pueda salir de la calle definitivamente.
Para donaciones comunicarse a través de Facebook a Abrazo Solidario.
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