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POLITICA

13 de noviembre de 2023

Ballottage, lobby y establishment: las cinco palabras extranjeras que adoptó la política argentina

La política argentina, al igual que otros ámbitos, adoptó determinadas palabras que cuyo origen está ligado a otro idioma y tras varios años fueron castellanizadas o, incluso, que aún se usan en su lengua original. Ballottage, quórum y lobby son algunas de ellas. Qué significan, cómo reemplazarlos y cuál es su versión correcta en español.

BALOTAJE

Balotaje viene del francés ballottage. La Real Academia Española define a este evento del siguiente modo: “En algunos sistemas electorales, segunda votación que se lleva a cabo entre los dos candidatos más votados en la primera, cuando ninguno ha obtenido la mayoría requerida”. Sylvia Johnson, especialista en lenguaje de la plataforma de idiomas Preply, explica: “balotaje, con una sola ele, con una sola te y con jota, es la adaptación adecuada en español del galicismo ballottage, sustituible igualmente por la expresión segunda vuelta”.

La etimología de la palabra proviene de “ballote” que quiere decir “bolillas”. Esto tiene que ver con las bolillas que se utilizaban en ciertas instituciones en Francia para votar. El abogado constitucionalista Daniel Sabsay sostuvo en una investigación titulada “El sistema de doble vuelta o ballottage”, publicada por la Universidad de Buenos Aires, que “el ballottage es fruto y creación del siglo XIX”. En el mismo sostuvo que “apareció por primera vez en 1852 a raíz de la instauración del Segundo Imperio de Napoleón III en Francia, para recién en la III República volver a ser aplicado y reaparecer nuevamente en la V República francesa”.

QUÓRUM

Quórum es un término que se escucha cada vez que hay una sesión legislativa. Quórum significa que se garantiza que la sesión se puede llevar adelante y que efectivamente se puede realizar la votación para tomar una reglamentación en particular.

Si bien aún no es la forma más común de verlo plasmado en diferentes tipos de textos, la RAE “es posible usar quórum (forma latina, en cursiva y sin tilde), como latinismo crudo”. Johnson cuenta que el origen del término quórum “está ligado al uso jurídico británico, en el cual existía un tribunal denominado: “Justices of the quorum”, cuyos miembros actuaban en forma solidaria”. De este modo, para que una decisión fuera válida, cierto porcentaje de representantes debía estar presente.

ESTABLISHMENT

Desde Fundéu señalaron que “este término inglés se emplea con frecuencia en las informaciones políticas para referirse al grupo dominante que ostenta el poder y a la matriz de relaciones oficiales y sociales dentro de las cuales se ejerce”.

La RAE la incluye en el diccionario sin ningún cambio respecto al anglicismo tal y como lo conocemos. “Grupo de personas que ejerce el poder en un país, en una organización o en un ámbito determinado”, define la Academia.

La especialista aclara que “en español no se acuñó una palabra que funcione como equivalente directo de este sustantivo inglés, pero la misma o similar idea puede ser transmitida por distintas alternativas en función del contexto y el matiz concreto”. Por último, recomendaron mantener la forma inglesa escrita con resalte, en letra cursiva o entre comillas si no se dispone este tipo de letra.

LOBBY

Otro término escuchado en reiteradas ocasiones cuando se debate en sesiones legislativas una medida que pone en pugna diferentes intereses. De esta manera aparecen los “grupos de presión” que intentan influir sobre los representantes en las cámaras.

La Real Academia Española lo define como “grupo u organización dedicados a influir en los políticos o los poderes públicos en favor de determinados intereses”. Y agregan que por su extensión, se admite el uso del anglicismo adaptado, siempre puede sustituirse por expresiones españolas como 'grupo de presión' o también, en algunas zonas de América, 'cabildeo'.

El origen de la palabra es muy interesante desde lo histórico, surge en Inglaterra a finales del siglo XVIII y su traducción es ‘vestíbulo’ y es que fue precisamente el ‘vestíbulo central’ (Central Lobby) del Palacio de Westminster (la edificación londinense que alberga las dos cámaras del Parlamento del Reino Unido) de donde surgió dicha acepción. “Era común que los parlamentarios se reunieran en ese ‘Central Lobby’ con las fuerzas vivas de la sociedad antes de dar inicio a ciertas sesiones parlamentarias con el fin de que esos grupos le comunicasen sus peticiones y conocer de viva voz cuáles eran las necesidades y los problemas de los ciudadanos”, dice Johnson .

Ese vestíbulo adquirió muchísima importancia durante gran parte del siglo XIX (sobre todo a finales) e inicios del XX en el que se realizaron encuentros de vital relevancia para cambiar o redactar nuevas leyes. De la presión que realizaban los diferentes grupos sociales que hasta allí acudían surgió que el término ‘Lobby’ acabase siendo conocido como ‘grupo de presión’.

LAWFARE

Un concepto que tomó popularidad en la última década y está íntimamente relacionado a la actividad de la justicia. Los especialistas de Fundéu señalaron que se trata de una persecución judicial. Y aclararon: “La instrumentalización de la Justicia o judicialización de la política son alternativas válidas en español a la palabra inglesa lawfare”. El término está formado por law (‘ley’) y warfare (‘guerra’). Según el diccionario de lengua inglesa de Oxford, designa ‘acciones judiciales emprendidas como parte de una campaña en contra de un país o grupo’.

“El término se emplea en el ámbito militar para describir un método de guerra asimétrica no convencional en el que la ley es usada como un medio para conseguir un objetivo militar” detalla Sylvia. De ahí se traslada al ámbito de la política, y se traza un paralelismo en donde se designa el uso de procedimientos judiciales con fines de persecución política, desacreditación o “destrucción” (objetivo militar) de la imagen pública e inhabilitación de un adversario político.

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