ACTUALIDAD
7 de agosto de 2025
La mitad de los argentinos recurre a la tarjeta de crédito para comprar alimentos

Es el resultado de un informe de la UBA sobre consumo en supermercados.
Entre diciembre de 2023 —inicio de la gestión de Milei— y mayo de 2025, el uso de tarjetas de crédito para realizar las compras de supermercado se incrementó significativamente, pasando de representar el 39% al 46% del total de las compras. Así lo revela un informe del Centro RA, dependiente de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.
Según un informe del Centro de Estudios para la Recuperación Argentina de la Facultad de Ciencias Económicas (UBA), el incremento en el uso de las tarjetas de crédito para comprar en los supermercados se dio en paralelo a una caída en el uso de otros medios de pago: las tarjetas de débito retrocedieron del 34% al 27%, mientras que el efectivo disminuyó del 20% al 16%. Esta dinámica sugiere que una proporción creciente de los hogares estaría apelando al endeudamiento para cubrir consumos básicos mensuales, como alimentos, productos de higiene y artículos de primera necesidad, dejando de manifiesto la pérdida del poder adquisitivo de los ingresos.
Por otro lado, a pesar del inicio de una incipiente recuperación de la actividad económica en el segundo trimestre del año, la demanda de bienes aún no muestra señales claras de recuperación. Según los datos de mayo de 2025, las ventas de supermercados mayoristas se contrajeron cerca de un 5% en términos interanuales, a pesar de registrar un leve aumento —inferior al 1%— respecto al mes anterior. En el caso de los supermercados, se observa un incremento interanual del 6,1%, aunque con una caída mensual del 1,2%. En línea con esta dinámica, en mayo las ventas de los mayoristas se ubicaron aproximadamente un 34% por debajo del nivel registrado al inicio de la gestión de Milei, mientras que las de los supermercados se mantuvieron en torno a un 28% por debajo. Cabe señalar que, transcurridos 29 meses de gestión, el nivel de ventas tanto en mayoristas como en supermercados no ha logrado recuperar los valores de comienzos del mandato.
Este comportamiento puede observarse de mejor manera con las caídas acumuladas de las ventas. Si bien se registra crecimiento sostenido de las ventas en supermercados durante los últimos cinco meses este no ha sido suficiente para compensar la caída previa, lo que genera que la caída acumulada en las ventas de supermercados durante la gestión sea cercana al 7%. Por otra parte, las ventas mayoristas profundizaron su retroceso desde el cambio de gobierno, acumulando una contracción cercana al 19%. Esta divergencia podría estar reflejando un proceso de desacumulación de stocks por parte de los supermercados, que estarían vendiendo mercadería adquirida en períodos anteriores sin reponerla vía compras mayoristas, en un contexto marcado por la incertidumbre y poca probabilidad de recuperación de la demanda en el corto plazo.
En síntesis, los datos analizados reflejan una situación aún delicada en términos de consumo masivo. A pesar de ciertos signos de recuperación en las ventas de supermercados, la demanda no logra recomponerse plenamente y permanece por debajo de los niveles previos al inicio de la actual gestión. La persistente contracción de las ventas mayoristas, sumada al creciente uso de financiamiento para la compra de bienes básicos, sugiere que el consumo está siendo sostenido parcialmente por mecanismos de endeudamiento, en un contexto de debilitamiento del poder adquisitivo y elevada incertidumbre económica. Estos elementos, en conjunto, ponen en evidencia las dificultades que enfrenta el mercado interno para consolidar una recuperación sostenida.