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22 de julio de 2025
Una falsa odontóloga ofrecía prótesis e implantes en sus redes sociales: la policía le clausuró el consultorio

La mujer ofrecía implantes y prótesis a través de Facebook, pero no tenía habilitación ni matrícula registrada.
Un consultorio odontológico clandestino fue desmantelado en el barrio de Caballito, luego de que una paciente denunciara irregularidades tras someterse a un tratamiento dental.
Según la hipótesis de la investigación, una falsa odontóloga ofrecía sus servicios a través de Marketplace en Facebook, donde captaba a sus víctimas.
La denuncia surgió cuando una paciente, tras realizarse una prótesis dental en el consultorio clandestino, comenzó a sentir molestias. Al intentar contactar nuevamente a la supuesta profesional y no recibir respuesta, decidió acudir al Ministerio de Salud de la Nación. Allí descubrió que la matrícula que figuraba en los documentos no estaba registrada a nombre de la imputada.
La investigación y el allanamiento
El fiscal Rodrigo Pagano Mata tomó cartas en el asunto y ordenó una investigación exhaustiva. El allanamiento se llevó a cabo en el consultorio ubicado en la calle Beauchef al 1400, con la colaboración del Cuerpo de Investigaciones Judiciales del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad y la Policía de la Ciudad.
Durante el procedimiento, se secuestraron diversos elementos e instrumental médico, además de documentos que serán clave para la investigación.
La falsa dentista fue imputada por estafa, ejercicio ilegal de la medicina y usurpación de títulos, mientras que su pareja fue acusada como partícipe secundario.
Los falsos odontólogos que atendían en un centro médico trucho en Liniers
El hecho evocó un caso ocurrido hace cuatro años, también en la Ciudad de Buenos Aires y con un centro médico clandestino como eje de la investigación.En septiembre de 2021, fueron detenidas dos personas de nacionalidad boliviana que ejercían ilegalmente la práctica de la odontología en un edificio de consultorios sin habilitación ubicado en Ibarrola al 1000, Liniers. El lugar fue clausurado por diversas irregularidades.
El centro médico, con nueve consultorios, tres salas de espera y oficinas administrativas, se encontraba abierto y ofrecía atención de diferentes prácticas médicas como odontología, oftalmología, kinesiología, neurología, obstetricia y ginecología.
En su interior, había dos hombres que se hacían pasar por odontólogos sin tener la licencia para ejercer la actividad y en consultorios sin habilitación.