El peronismo volvió a mostrar su fortaleza en La Matanza, donde se impuso con un triunfo categórico en las elecciones locales. La lista encabezada por Verónica Magario y Fernando Espinoza cosechó el 56% de los votos, con una participación de alrededor del 65% del padrón.

La performance oficialista duplicó en caudal electoral a la alianza conformada por La Libertad Avanza y el PRO, que apenas llegó al 28% de los sufragios. La diferencia de 28 puntos porcentuales se consolidó desde el inicio del conteo y confirmó los pronósticos de las encuestas de boca de urna y de las mesas testigo.

La Matanza, el distrito más populoso de la provincia de Buenos Aires, volvió a ratificar su condición de bastión histórico del peronismo. La contundencia de los números refuerza el peso político de la conducción local en el escenario bonaerense y nacional, especialmente en un contexto donde las elecciones en el conurbano se leen como termómetro del humor social.

Para la oposición, el resultado significó un freno a las expectativas de crecer en el territorio. A pesar de haber sumado fuerzas con el PRO, La Libertad Avanza no logró romper la hegemonía peronista en un municipio que concentra más de un millón de votantes.

Desde el oficialismo destacaron la importancia de la participación ciudadana, que se mantuvo en niveles aceptables pese a la desmovilización que se venía registrando en otros distritos. “El respaldo de los matanceros muestra que seguimos en sintonía con sus demandas y necesidades”, señalaron cerca de Espinoza una vez confirmada la victoria.

Con este resultado, el peronismo no solo consolida su control en La Matanza, sino que también envía una señal de fortaleza hacia el resto del conurbano, donde la disputa con la oposición se anticipa más pareja.