Pese al operativo clamor del Gobierno para retomar el diálogo, nadie se comunicó con Mauricio Macri
En la Casa Rosada buscan sumar volumen político tras la dura derrota en la Provincia. Desde las voces de Guillermo Francos y Patricia Bullrich tienden puentes con el titular del PRO. En el entorno del expresidente reconocen que “él siempre está dispuesto”, aunque advierten que solo hubo “declaraciones en los medios”. El silencio de Milei y el factor Caputo.
Javier Milei atraviesa uno de los momentos más tensos de su gestión, con una fuerte oposición en el Congreso que le pone un freno a su plan económico, pero además con un frente judicial que en el Gobierno no esperaban, luego de la filtración de audios que hablan de coimas en la Administración Nacional de Discapacidad. Todo esto potenciado por la contundente derrota electoral en la provincia de Buenos Aires, en manos del peronismo y -hasta ahora- su máximo adversario: Axel Kicillof.
En ese contexto adverso y con las elecciones legislativas del 26 de octubre en el horizonte, en la Casa Rosada buscan aumentar el volumen político de La Libertad Avanza. El primer paso fue intentar tender un puente con los gobernadores, con la restitución del Ministerio del Interior y el ascenso de Lisandro Catalán. Pero desde hace unos días, desde las filas del Gobierno dejaron trascender otro objetivo: retomar el diálogo con el expresidente Mauricio Macri.
“Siempre es importante hablar con Macri, así como también con los dirigentes del PRO que han trabajado con nosotros en esta campaña y en muchos otros distritos”, indicó este sábado el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en diálogo con Radio Mitre.
Días atrás fue la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien había dado el primer indicio de búsqueda de acercamiento con el expresidente. “Sería bueno hablar con él”, afirmó en diálogo con el programa ¿La Ves? de TN. Y en la misma línea, remarcó: “Si se hizo una alianza, estaría bueno que eso se muestre”.
Pero Macri se mantiene en silencio desde antes de las elecciones bonaerenses. Monitoreó las negociaciones para sellar un acuerdo electoral en la Provincia, pese a delegar las conversaciones concretas en Cristian Ritondo.
Meses atrás hizo algo similar para la alianza porteña en las elecciones nacionales, pacto que no se había podido conformar en las legislativas locales del 18 de mayo, donde el PRO sufrió una dura derrota y terminó tercero, pese a ser oficialismo.
Antes de eso, ya se había distanciado de Javier Milei. “No comieron más milanesas”, era la frase con la que respondían en el entorno de Macri para graficar su falta de diálogo con el Presidente. Incluso Milei llegó a calificarlo de “llorón”, en medio de las tensiones en la previa a las elecciones legislativas en la Ciudad de Buenos Aires.
La posición de Macri siempre fue la misma: apuntar contra el entorno de Milei, con especial énfasis en el asesor estrella Santiago Caputo. “No podemos ayudar a quien no se deja ser ayudado”, afirmaba el titular del PRO en cada acto y recorrida en la campaña porteña, que lo tuvo muy activo.
Luego, se preservó un poco más. Ya no estuvo tan presente en la previa a la elección provincial, en la que además La Libertad Avanza se mostró mucho más dominante que el PRO al momento del armado de listas. Incluso, impuso el nombre y el color.
La tirante relación entre Macri y Bullrich
El gesto de acercamiento de Bullrich es curioso porque semanas atrás, Mauricio Macri removió de la vicepresidencia del partido a un diputado nacional cercano a la ministra de Seguridad, Damián Arabia, quien se enteró de la novedad “por los medios”, según pudo saber TN.
En su entorno aseguraron que “Macri lo echó del partido”. Luego, el propio legislador publicó un video de descargo en sus redes sociales, con la leyenda: ”Lo que importa son las ideas. Manos a la obra".
“Junto a Patricia, pateamos puertas generando una gran ola nacional, que nos permitió ganarle al viejo aparato y las estructuras. Pero los partidos son a veces capturados por las elites que les vacían de sentidos e ideas”, cuestionó Arabia.
Y remarcó: “Los liderazgos, si no se renuevan, están destinados a morir. Y eso le pasó a Mauricio Macri, quien firmó hoy mi expulsión solo por pensar distinto”.
Las diferencias se remontan en el tiempo, con un pico máximo de tensión en la renovación de autoridades del PRO del año pasado. Hubo un acuerdo tácito para que Macri quede al frente del partido y Bullrich (hasta ese momento presidenta del PRO) presidiera la Asamblea partidaria. Esto finalmente no se respetó y explotó la interna.
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